martes, 23 de septiembre de 2008

Ya llueve.




A la enferma ciudad condal han llegado las fiestas de la lluvia.

Por un lado la patrona de la ciudad dibuja de tonalidades y sonidos las calles. Por otro lado, la madre tierra, más en sus pensamientos que en sus pies, se deja caer sobre nosotros en forma de torrenciales tormentas que nada servirán para la escasez.

Pero son las fiestas de la lluvia porque la batucada toca y anda con su dragón a la cabeza, los raper-pops cantan-hablan con un tono "superespecial", Antonia Font tiene sitio para todos y Jaume Sisa, junto con su ejército otoñal de los galácticos, cantará como en la película, vueltas y vueltas de farola, sin miedo a la pulmonía ni al mal lavado de sus pelos, pocos ya.

Pero shhhh...
Porque si algo hay que decir es que, de fiesta en fiesta y tiro porque me toca, dos euros para calimocho y un círculo grande alrededor del picnillón pueden no ser comparables a esta autoexigente oferta cultural que, pasada por agua, nos regala la Barcelona de nuestros impuestos (pocos ya).



"La gente es el rollo"....

"La gente es el rollo"...

"Bob Dylan es el rollo"

"Rimbaud es el rollo"

"La gente es el rollo y, además, la gente es Walt Withman"

Voy a salir a investigar. Cruzaré las calles en busca de gente, saldré del portal en busca de gente, tomaré cervezas en busca de gente, tocaré esperando que venga Bob Dylan, I will kill fascists como su amigo Gothrie y escribiré en un banco hasta que Rimbaud me ilumine con el dedo gordo de su pie tallado. Y habré comprendido a La Madre y habré entendido lo que es..."ser el rollo".

Por ello, hasta otra buena nueva.

Una Laura otoñal que escribe sin demasiado sentido.

Abrazos.

2 comentarios:

Marina de Luna dijo...

Abrazos recibidos y "devolvidos"

P.d: Sigo sin tener tu número y tú si tienes el mío, monina.

Alejandra Escosell dijo...

Pues don´t worry be happy que dentro de poco lo tendrás en tu móvil y lo podrás traspasar a la agenda de "fijos".

Besotes a cienes.