jueves, 4 de septiembre de 2008

Tú eres tú


He estado pensando en un documental que no he visto. Me lo han contado...bueno, me lo contó él hace tiempo. Jesse James era un cuatrero sureño que murió suicidado (lo suicidaron, dicen).
Temido en el pueblo y por todos respetado.

Tras la devastación de Missouri en la guerra civil estadounidense, Jesse claudicó ante los soldados de la unión para, posteriormente, convertirse en uno de los más temidos atracadores de bancos y asaltadores de trenes de todo el estado. Y es que los mismos soldados ante los que se había rendido incumplieron los términos de la capitulación.

Años después de que Jesse muriera ,muchos comentaron haberlo visto paseando a caballo por los poblados colindantes. Otros aseguraban que Jesse James eran ellos mismos y algún cantautor de cantina tocó un country asegurando que jesse había muerto....o que quizá el tal Jesse no era el que todos pensaron, sino que era otro: tal vez su hermano, tal vez un primo...pero no el suicidado en cuestión.


Toda esta confusión en torno al emblemático personaje que fue el tal Jesse James me ha llevado a reflexionar sobre: ojalá yo fuera sureña y amara a este cuatrero, pues por no equivocarme acabaría amando al mundo entero.


Ojalá tú, pequeño endiablado con halo y turbante, fueras proteico, multiforme y polimorfo para jugar lícitamente con tu ausencia, para sorprenderme con tu frescura, para dudar una y otra vez de si estoy en el lugar exacto para encontrarte. Para sembrar en mí el desconcierto y darme la posibilidad de amar a todos como a tí porque todos fueran tú.


Pero eres uno y poco trino, no te desdoblas jamás, te mantienes de una pieza aun con remiendos adentro. ¿Cómo quieres que ame a otros si tú no eres más que el único?


Menos mal que vuelves pronto.

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